Software como Servicio:
La forma tradicional para vender software, consistía en crear instaladores en medios portables como Disquetes, CD's o DVD's, distribuirlo a tiendas físicas de software, donde el comprador podría adquirirlo por un precio fijo de compra.
Con la llegada del internet, gradualmente dejó de ser necesario distribuir físicamente a tiendas, porque ahora era mucho más fácil y cómodo pagar directamente al desarrollador desde su página web oficial, a través de una transferencia bancaria o usando un procesador de pagos (como por ejemplo Paypal), y a cambio, quien quiera usarlo podrá tanto descargar el instalador virtual, como activar el producto con un código de licencia único.
Pero hoy en día existe otro modo de monetización, conocido como “Software como Servicio'' (Software As A Service) o “SAAS''. Este modelo de negocios consiste en pagar una cantidad fija de dinero mensual, trimestral, semestral, o anual, a cambio de poder utilizar las aplicaciones o servicios. De esta forma, la compañía y los desarrolladores tienen un ingreso económico constante de sus usuarios.
Alternativamente, también se considera SAAS a un software que tenga un precio fijo de entrada, pero que se actualice constantemente con nuevas características o contenido de pago. Por lo general, estos servicios ofrecen un periodo de prueba, o acceso a unas características limitadas de forma gratuita para que el usuario pueda evaluar si merece la pena comenzar a pagar.
Ejemplos de SAAS:
- Office 365: Microsoft en el año 2017 cambió el modelo de negocios de MS Office para convertirlo en un SAAS. La suscripción incluye aplicaciones como Word, Excel y Powerpoint, incorporando almacenamiento en la nube, y aplicaciones para dispositivos móviles. Todavía es posible pagar una licencia para la suite de ofimática, pero esta modalidad no se publicita por parte de la empresa.
- Aplicaciones de Diseño: En el año 2013, la compañía Adobe puso todas las aplicaciones bajo su dominio (Photoshop, Illustrator, Premiere, After Effects, Audition, etc) bajo una suscripción mensual llamada Adobe Creative Cloud, eliminando completamente la posibilidad de adquirir licencias por aplicaciones individuales. Otras empresas competidoras como Corel y Avid siguen este mismo modelo.
- Servicios en la Nube: Servicios de almacenamiento en la nube tales como Dropbox, Google Drive, iCloud, OneDrive, entre otros, cuentan con precios mensuales correspondientes a la cantidad de espacio contratado. El usuario debe seguir pagando el servicio para acceder a sus archivos.
- Servicios de Streaming: Sitios como Netflix, Disney+, Paramount+, HBOMAX, Amazon Prime Video, Apple TV+ y otros ofrecen un catálogo de series y películas originales y licenciadas. De igual forma hay servicios de streaming de música como Apple Music, Amazon Music, Spotify, Deezer, Tidal, etc.
- Hosting: Gran parte de los sitios web que existen en internet, corren no bajo servidores propios, sino en servidores rentados a otras empresas que cuentan con la infraestructura necesaria. Ejemplo de esto sería Amazon Web Services, Google Cloud Platform y CloudFlare. Su uso es tan extendido, que cuando alguna de estas plataformas experimenta dificultades técnicas, muchas páginas también se caen, haciendo pensar a muchas personas tienen problemas de conexión a internet.
Sistemas Operativos como servicio:
En algunos casos, el sistema operativo puede considerarse en sí mismo un servicio, o una plataforma para vender servicios. Este es el caso de Windows a partir de Windows 10. Si bien todavía es necesario comprar licencias de software para poder acceder a todas sus características, y ocultar la marca de agua de “Activa Windows”, la compañía ahora permite que se utilice el sistema sin mayores restricciones, esto lo hacen para reducir las barreras de entrada, e incentivar a utilizar el resto de servicios que ofrece Microsoft. Adicionalmente, muestra publicidad de aplicaciones y juegos disponibles desde la Tienda de Microsoft directamente en el Menú Inicio.
También Microsoft ofrece un servicio llamado “Windows 365” el cual ofrece utilizar el sistema operativo a través de la nube, a cambio de una suscripción mensual. Esto permite un acceso a la versión más reciente del sistema desde prácticamente cualquier computadora con acceso a internet. Este servicio está pensado para grandes empresas y complejos de oficinas, donde utilizar este servicio pueda ser más rentable que comprar nuevo Hardware apto para correr la versión más reciente de Windows.
En el caso de MacOS, el sistema operativo es gratuito para todas las personas que compren una computadora de Apple, ofreciendo de forma inmediata todos los servicios que ofrecen, como iCloud, Apple Music, Apple TV, así como las herramientas de integración con sus dispositivos móviles.
Ventajas del SAAS:
Algunas de las ventajas que puede traer el SAAS son:
- Precios de entrada accesibles: Al principio, puede ser más conveniente pagar una suscripción periódica, que pagar cientos de dólares por una licencia individual.
- Actualizaciones: Las aplicaciones incluidas dentro de una suscripción se actualizarán automáticamente, sin necesidad de comprar una licencia nueva para acceder a las versiones más recientes de las mismas.
- Catálogos: En el caso de los servicios de streaming, el acceso a los amplios catálogos de contenido se hace mucho más conveniente y mucho más económico, que pagar por cada canción y álbum, película o serie individualmente.
- Integración: Las suscripciones suelen tener buenas integraciones con las aplicaciones y servicios de las empresas desarrolladoras, como por ejemplo, Adobe incorpora el acceso a Adobe Fonts y Adobe Stock en sus principales aplicaciones.
- Flexibilidad: Las aplicaciones dentro de un servicio de suscripción generalmente pueden ser instaladas libremente en múltiples dispositivos sin restricciones, o incluir a múltiples miembros de un equipo dentro de un mismo plan empresarial o personalizado, lo cual lo hace eficiente y flexible.
Desventajas del SAAS:
- No tienes verdadera posesión del software: En el SAAS no compras el software que utilizas, sino que la empresa te da el acceso a él, y puede revocarte ese acceso en el momento dejes de pagar, o sencillamente decidan expulsarte o limitarte, llevándose así toda tu información, proyectos, archivos y documentos.
- Es caro en el largo plazo: Las suscripciones a lo largo del tiempo van sumando una cantidad de dinero mucho mayor, a comparación de pagar una sola vez por una licencia.
- Arbitrariedad: El usuario en cualquier momento puede estar sujeto a decisiones arbitrarias que la compañía puede tomar en cualquier momento, como aumentar el precio de la suscripción, remover beneficios, o impedirte regresar a una versión anterior de una aplicación. De igual forma, puede ocurrir que cobren comisiones por cancelación muy altas al intentar cancelar el servicio.
- Privacidad y seguridad: En un software como servicio, se está confiando toda la información personal en una compañía o en servicios de terceros, exponiendo su información a ser accedida y vista por los administradores de estos servicios. En algunos casos, sus datos pueden venderse a “Data Brokers” y ser utilizada por agencias publicitarias para mostrarle anuncios personalizados a través de sus redes. También puede ser accedida por agentes gubernamentales en programas de vigilancia masiva, o como parte de investigaciones contra su persona. Para evitar esto, es recomendable encriptar sus archivos e información, utilizar servicios que ofrezcan encriptación “de punta a punta”, o crear usted su propio servicio, a través de soluciones auto gestionables como “Nextcloud”.
La principal desventaja a largo plazo del SAAS, es que desincentiva la innovación, la autonomía digital, y el aprendizaje. Algunos servicios se aprovechan del desconocimiento técnico de las personas comunes, ofreciendo soluciones mucho más sencillas, pero que con el tiempo les hacen dependientes, debido a que el SAAS da paso a una mentalidad y metodología de trabajo que se puede resumir como “Le pagaremos a alguien para que lo resuelva por nosotros”.
Crear sistemas y servicios propios requiere de aprendizaje, tiempo y esfuerzo, comparado con simplemente pagar por un servicio existente, o descargar aplicaciones que funcionan con unos pocos clicks. Por ejemplo, crear un servicio autogestionado para ver una colección personal de películas requeriría: Tener todas las películas en formato físico, digitalizarlas, almacenarlas en un disco duro, crear un servidor web, instalar Kodi o Plex en el servidor, configurarlo todo, y finalmente sentarse a ver las películas. A comparación, pagar por una suscripción de Netflix suena mucho más conveniente.
Pero la ventaja de tener un servicio autogestionado es que la persona quien lo usa está verdaderamente en control, por el contrario, en el ejemplo de Netflix, no es posible ver la trilogía de “El Padrino”, estas películas anteriormente estaban disponibles en el catálogo, pero cuando Paramount creó su propio servicio competidor, las retiró de Netflix.
En el caso de empresas que contraten SAAS para sus funciones esenciales, se exponen a que sus operaciones, o la información de sus consumidores, se pierda inesperadamente por problemas técnicos, o por decisiones arbitrarias de terceros. También es posible que requieran de soporte técnico, el cual pueda tardar horas o días en dar una solución, por no tener un empleado capacitado disponible para dar dichas soluciones.
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